Un día una familia se fue de vacaciones a Bariloche. Esa familia estaba integrada por dos hijos la madre y el padre.
Una mañana los dos hermanos salieron a jugar a la nieve. El más chico llamado Matías se cayó por una colina. Al terminar de caerse Matías se golpeó la cabeza con algo cubierto de nieve. El mayor, Javier, lo fue a buscar. Quiso saber con que se golpeó su hermano, sacudió la nieve y quedó asombrado al ver una puerta. Se acerco a la mirilla y no vio nada. Tomó suavemente el picaporte lo giró. Abrió la puerta, llamó a su hermanito y cuando entraron vieron un mundo mágico.
Al entrar vieron a una criatura mística. Era un monstruo parecido a un cíclope que tenía un solo ojo. Al verlo se asustaron y salieron corriendo para llegar a la puerta y abrirla. Como vieron que no se podía abrir, fueron a esconderse a un bosque que estaba cercano, En el bosque encontraron a un gato que podía volar y tenía una sonrisa perfecta. También podía hablar.
Los niños al verlo se sorprendieron. Entonces sin que el gato los viera salieron corrieron y se escondieron tras un árbol. De repente se les apareció y lo vieron adelante de sus ojos. El gato se presento y dijo que se llamaba Sonrisas, y también dijo que solo quería presentarse.
Matías le preguntó al gato
- ¿en dónde estamos?
- Están en el país del olvido, donde dentro de un tiempo aquí se olvidarán poco a poco de sus vidas pasadas -dijo Sonrisas
- Pero no puede ser, yo no quiero olvidar -dijo Matías preocupado
Sonrisas les dijo que este mundo había dos reinas. Una blanca y una negra. Y que eran los elegidos para vencer a la reina negra.
- Deben traer primero unos elementos, para saber si son ustedes en verdad los elegidos.
Javier y Matías le preguntaron a Sonrisas
-¿Donde estas esos elementos? Sonrisas le dio un mapa que indicaba el camino. Les dijo
- Donde termine el camino tendrán que encontrar los elementos. Los ayudaré un poco, escuchen con atención. Sigan el ave más hermosa que vean. Ella los llevará al primer elemento. Luego busquen al árbol más alto y tendrán que encontrar en él un fruto especial. Y por ultimo tienen que conseguir tres plumas de un fénix.
Y Sonrisas les dijo apurado
- Solo tienen treinta días para conseguirla. Recuerden que el tiempo aquí es muy corto.
Matías y Javier corrieron en busca de esos elementos.
En los primeros diez días encontraron el ave y la siguieron. Entonces encontraron con astucia el elemento Nº 1. A los veinte días encontraron el árbol más alto y tomaron con coraje el fruto custodiado por un trol. Y a los veintinueve días encontraron al fénix y le sacaron las tres plumas. Con suerte volvieron con los tres elementos al día Nº 30.
Al juntar los elementos se formó una hermosa espada con un escudo. Y sin esperar un momento fueron a pelear. Con la ayuda de algunos aldeanos lograron vencer a la reina negra. La reina blanca agradecida les dio una llave para abrir la puerta, y volver a su hogar.
Cuando llegaron a la puerta se pararon en el alfeizar. Metieron la llave en la cerradura y giraron la perilla suavemente. Abrieron la puerta y se dieron cuenta que en Bariloche solo había pasado un minuto. Prometieron no contarles a sus padres, no contarles nada de lo que había sucedió. Y gracias a ese viaje se hicieron mucho más unidos.